Los sistemas motrices convencionales están basados en controles activados por interruptores a la barra del timón. La información entrante del sistema motriz se transfiere al controlador mediante cables eléctricos que son propensos al desgaste.
El sistema Powerdrive de Toyota no incorpora interruptores electrónicos a la barra del timón. La demanda de propulsión es comunicada a la carta lógica mediante un sensor magnético (no hay contacto = no hi ha desgaste). El sistema CAN-bus asegura un augmento en la confianza del sistema propulsor cuando está en funcionamiento.